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Prevención de la contaminación secundaria: durante el proceso de limpieza, los contaminantes como sangre, proteínas, grasas y sarro eliminados de los instrumentos pueden permanecer en la cámara interior, los brazos rociadores, los filtros y otros componentes de la lavadora desinfectadora. Si no se eliminan, estos contaminantes pueden volver a contaminar los instrumentos limpios durante el siguiente ciclo.
Garantizar la eficacia de la limpieza y desinfección:
Obstrucción de los orificios de aspersión: Las incrustaciones y las impurezas pueden obstruir los pequeños orificios de los brazos aspersores, lo que resulta en una reducción de la presión del agua, una cobertura desigual y un enjuague ineficaz de los instrumentos.
Impacto en el calentamiento y el secado: las incrustaciones en las paredes internas y los elementos calefactores reducen la eficiencia térmica, lo que resulta en temperaturas de desinfección inferiores a los estándares y un secado incompleto.
Prolongación de la vida útil del equipo: la eliminación regular de incrustaciones y residuos corrosivos protege los componentes centrales, como la cámara interior, la bomba de agua y los tubos de calefacción, evitando fallas prematuras.
Los trabajos de limpieza se centran principalmente en varias partes clave:
Cavidad interior y sello de la puerta: limpie con un paño suave húmedo y detergente neutro para eliminar las manchas de la superficie y las manchas de agua.
Brazo rociador: esta es la parte más crítica. Es necesario desmontarlo periódicamente para comprobar y limpiar cada orificio de pulverización para garantizar que no haya obstrucciones.
Sistema de filtración: Incluye el filtro de entrada de agua y el filtro de drenaje principal. Debe limpiarse todos los días o después de cada uso. Los desechos atrapados (como suturas, fragmentos de huesos, piezas de plástico, etc.) dificultarán gravemente el drenaje y afectarán la calidad del agua.
Válvula y tubería de drenaje: Aseguran un drenaje suave y sin acumulación de suciedad.
La frecuencia de limpieza depende del uso y suele dividirse en tres niveles:
Tarea: Limpiar el filtro, quitar los residuos atrapados y enjuagarlo.
Tarea: Limpie la cavidad interior y el sello de la puerta con un paño húmedo y manténgalos secos. Finalidad: Eliminar los principales contaminantes generados por el ciclo actual.
Tarea: Desarme y limpie a fondo el brazo rociador y use una aguja fina para limpiar el orificio rociador bloqueado.
Tarea: comprobar y limpiar la boquilla.
Propósito: Garantizar que los componentes de lavado del núcleo funcionen correctamente.
Esto se logra ejecutando un programa de limpieza especial, generalmente utilizando un agente de limpieza especial.
Frecuencia: Generalmente se recomienda una vez a la semana y puede ser necesario con mayor frecuencia en áreas con agua dura.
Agentes de limpieza especiales:
Agentes de limpieza/desincrustantes ácidos: Se utilizan principalmente para eliminar incrustaciones y depósitos de sales inorgánicas.
Agentes de limpieza alcalinos: Se utilizan principalmente para eliminar residuos orgánicos como proteínas y grasas.
Método de operación:
Vierta el agente de limpieza en el lugar designado de la lavadora desinfectadora (normalmente en el dispensador de agente de limpieza o directamente en la cavidad interior).
Seleccione un programa de limpieza vacío (sin equipo) (normalmente un programa de alta temperatura) e inícielo. Una vez finalizado el programa, drene el agua residual y limpie la cavidad interior con un paño húmedo para eliminar los residuos sueltos.